Llega a las librerías “En el
combate por la historia. La República, la guerra civil y el franquismo” (Editorial
Pasado & Presente) elaborado por 34 historiadores bajo la dirección de
Ángel Viñas, en su mayoría catedráticos y profesores de universidad, todos
acreditados por una destacada investigación y por la publicación de meritorios
trabajos de historia contemporánea de España. Casi mil páginas que concentran
los avances históricos de última hora en una materia, el periodo de los años treinta
a la muerte de Franco, que sigue despertando interés y pasión.
El título de la obra la define
como un combate por la historia. Y es de eso, precisamente, de lo que se trata.
Desde la llegada de la democracia a España y, sobre todo, desde que se abrieron
a los historiadores los archivos municipales, provinciales y estatales, la
República, la Guerra Civil y la etapa de la dictadura de Franco han pasado de
ser una historia escrita por los ganadores a una realizada por los
investigadores. En ese proceso, ha quedado claro que ni la República fue un
caos, ni la Guerra Civil fue una acción para salvar a España de las fauces
soviéticas, judías, masónicas y separatistas, ni la dictadura fue una etapa en
la que la paz, el progreso y el orden fueron restablecidos por una augusta
figura, la de Franco, caudillo de España por la gracia de Dios. Todo lo
contrario, los investigadores han profundizado en aquellas etapas para concluir
que el dictador frenó la evolución lógica del desarrollo integral del país, los
estudios sobre el general Franco han ido empequeñeciendo su figura hasta
bordear el ridículo, la guerra fue una contrarrevolución dirigida a restablecer
el poder de los ultramontanos del XIX y la República, con sus luces y sus
sombras, pretendió, aunque fracasó, situar a España a la altura de sus vecinos
europeos.
Frente a estos avances
históricos, un grupo de periodistas, publicistas e ideólogos de la España
imperial, autodeclarándose revisionistas y bajo una supuesta equidistancia,
declaran la República en responsable única de la Guerra Civil, o equiparan
falsamente las cifras de víctimas de uno y otro bando, o convierten la
dictadura en una etapa de “extraordinaria placidez”, en palabras del ex
ministro Mayor Oreja cuando se opuso a una resolución de condena del régimen
franquista por el Parlamento Europeo. Se trata, en definitiva, de abrir una
batalla guerracivilista mediática –con el concurso de algunos diarios y
emisoras– para volver a convertir la historia reciente de España en un arma de
intoxicación masiva a base de manipular y tergiversar lo que los historiadores,
con trabajo y dedicación, han hecho aflorar sobre ese acontecer en los últimos
decenios. En definitiva, intentan recuperar los mitos cimentados durante la
dictadura para compensar el alud de investigaciones históricas que han puesto
al régimen franquista en el lugar que le corresponde.
Aunque las ventas de estos
productos –historietografías las califican– han obtenido cifras notables en el
mercado, los historiadores han rechazado entrar en el trapo para
desautorizarlas. Sin embargo, la publicación por la Real Academia de la
Historia de un Diccionario Biográfico Español, especialmente en el tomo en el
que aparece la voz Franco ha movido a un grupo de historiadores, bajo la
dirección del editor Gonzalo Pontón y del historiador Ángel Viñas, a elaborar
un contradiccionario que compara aquella literatura con la historia elaborada a
partir de la documentación y de la crítica consecuente. Se trata, en
definitiva, de denunciar la tergiversación que pretende la perviviencia de los
mitos sobre la cruzada de la liberación, la ilegitimidad de la Segunda
República y del gobierno del Frente Popular, la conspiración comunista, la
espontánea rebelión del pueblo español el 18 de julio, como la de 1808 contra
el invasor francés, la bendición de un caudillo providencial por la gracia de
Dios, o la falsedad del bombardeo de Gernika, entre otros.
Los autores son Julio Aróstegui,
Carlos Barciela, Julián Casanova, Carlos Collado Seidel, Matilde Eiroa, Antonio
Elorza, Francisco Espinosa, Josep Fontana, Ferran Gallego, Gutmaro Gómez Bravo,
Eduardo González Calleja, Fernando Hernández Sánchez, José Luis Ledesma, Juan
Carlos Losada, José-Carlos Mainer, Jorge Marco, José Luis Martín, Ludger Mees,
Ricardo Miralles, Enrique Moradiellos, Xavier Moreno Julià, Juan Carlos
Pereira, Paul Preston, Fernando Puell, Josep Puigsech, Hilari Raguer, Alberto
Reig, Ricardo Robledo, José Andrés Rojo, Josep Sánchez Cervelló, Glicerio
Sánchez Recio, Joan Maria Thomàs, Ángel Viñas y Pere Ysàs.
Este libro, por lo tanto, es más
que un simple libro de historia. Es también un libro que demuestra el
compromiso político y social de la comunidad de historiadores españoles, con
sus más reputados miembros a la cabeza, respecto a la verdad y el conocimiento
de la historia propia que debe imperar en toda democracia que se precie. Recomendamos su lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario