viernes, 29 de marzo de 2013

LOS FALSOS MITOS DEL FRANQUISMO Y LA DERECHA



¿Era necesario otro libro sobre la guerra civil?”, se pregunta el coordinador de este volumen. Lo es en la actualidad, cuando los viejos mitos franquistas han sido reemplazados por un revisionismo de derechas que descalifica la república para legitimar la rebelión militar. La mejor respuesta a esto es una exposición objetiva de los resultados actuales de la investigación, que es lo que nos ofrecen en estas páginas especialistas como Ángel Viñas, Fernando Puell de la Villa, Julio Aróstegui, Eduardo González Calleja, Hilari Raguer, Xosé M. Núñez Seixas, Fernando Hernández Sánchez y Francisco Sánchez Pérez.

La suma de sus aportaciones nos ofrece una completa desmitificación del levantamiento del 18 de julio, realizada a través del estudio de sus tramas civil y militar, de los contratos establecidos previamente con la Italia fascista, de la naturaleza de los proyectos revolucionarios de izquierdas y derechas, de la presunta amenaza comunista, del peso real de la defensa del catolicismo en los móviles de los sublevados o de la leyenda negra sobre la violencia republicana en los meses del Frente Popular.

La obra trata de sintetizar y esclarecer las razones que propiciaron que el golpe de Estado se produjera exactamente el 18 de julio, el papel que desarrollaron en la sublevación el cuerpo civil y militar, la idea revolucionaria de las izquierdas y la contrarrevolucionaria de las derechas, el peso de la defensa del catolicismo y de la nación entre los sublevados, la presunta amenaza comunista y la realidad de la España de 1936. En definitiva, un libro que planta batalla al revisionismo de derechas que descalifica la República para legitimar la rebelión militar. Llegó la hora de la respuesta, de “dejar las cosas claras respecto al origen inmediato de la guerra civil” y contrarrestar el revisionismo de derechas que descalifica la República para legitimar la rebelión de militar de 1936.

A modo de decálogo pueden enumerarse una lista de diez falsos mitos creados por el franquismo y sus herederos ideológicos con el propósito de justificar el golpe de Estado militar.

1. La II República no fue un desastre. “La República no fue un fracaso que conducía inexorablemente a una guerra” sino que fue “destruida por un golpe militar” que, al contar con la connivencia de un país extranjero y no triunfar en buena parte del país y en la capital, se encaminó automáticamente a la guerra civil. La República fue una democracia de entreguerras de nueva creación y como otras muchos democracias europeas de Europa tuvo que lidiar por un lado con la derecha autoritaria, fascinada por la experiencia fascista, y con la izquierda obrera que consideraba, de manera habitual, que la democracia era incompatible con el capitalismo.

Durante los años de dictadura franquista, el régimen justificó el golpe de Estado por “el peligro comunista”. Sin embargo, las justificaciones conservadores han ido evolucionando de manera que es cada vez más habitual oír a los políticos de derechas nombrar el supuesto fracaso de la República como causa directa y sustancial de la guerra y nunca culpar de la misma el golpe de Estado militar que degeneró en una guerra civil.

Las justificaciones de la guerra civil de la derecha ya no son los rojos y marxistas sino los mismos políticos republicanos Como ejemplo sirve la entrevista que Manuel Fraga concedió a El País en 2007 en la que aseguró: “Pero los muertos amontonados son de una guerra civil en la que toda responsabilidad, toda, fue de los políticos de la II República. ¡Toda!”. En esta misma línea se manifestó Esperanza Aguirre en un artículo publicado recientemente en ABC en el que afirmó: “La "II República fue un auténtico desastre para España y los españoles (…). Muchos políticos republicanos utilizaron el régimen recién nacido para intentar imponer sus proyectos y sus ideas -en algunos casos, absolutamente totalitarias- a los demás, y que faltó generosidad y patriotismo".

2. El asesinato de Calvo Sotelo no precipitó nada. El hecho de que el golpe de Estado se produjera el 18 de julio no tiene nada que ver con el asesinato de Calvo Sotelo, que se produjo el día 13 de julio de 1936 y conocido el día 14. Su muerte, señala la obra “no precipitó nada” y “no tiene nada que ver”.

De hecho, hubo un proyecto de atentado terrorista contra la vida de Azaña, como respuesta al asesinato de Calvo Sotelo, que fue abortado por los militares golpistas que se encontraban en la capital. “Prohibido terminantemente. Todo está preparado en Madrid y eso podría echarlo a perder”, le dijo el coronel Ortiz de Zárate a Eusebio Vegas Latapié, cabecilla del proyecto.

3. La fecha del golpe dependía del apoyo fascista. La fecha de inicio del golpe está ligada a la promesa de intervención de la Italia fascista de Mussolini, con la que los monárquicos, liderados por Calvo Sotelo, suscribieron el día 1 de julio un acuerdo para la compra de una “espectacular cantidad de material bélico de primer nivel”. Estos contratos de venta de armas y promesa de intervención fueron firmados en Roma por Pedro Sainz Rodríguez con el apoyo personal de Antonio Goicoechea y “el más que probable conocimiento de Calvo Sotelo”.

De hecho, la obra reproduce tales contratos, conseguidos por el historiador Ángel Viñas, que hasta ahora estaban inéditos, a pesar de encontrarse en archivos españoles, “quizá negligentemente olvidados o convenientemente evitados”, explica el coordinador Francisco Sánchez.

4. No existen las dos Españas destinadas a enfrentarse. El hecho de que la ejecución del golpe de Estado dependiera de la llegada del armamento italiano permite al historiador Ángel Viñas desmontar otro mito repetido cientos de veces: la guerra civil no se produjo simplemente por cuestiones internas sino que contó con la connivencia de la Italia fascista, sin la cual “aquel golpe medio conseguido, medio fracasado” no se hubiese transformado en una guerra civil.
La participación italiana no se produce, por tanto, una vez iniciada la contienda sino que su apoyo previo al golpe fue fundamental para las esperanzas golpistas. Los contratos conseguidos por Viñas muestran como Italia facilitó a España “más de 40 aviones, miles de bombas, gasolina etilada, ametralladoras y proyectiles” sin los cuales los militares sublevados no hubieran podido iniciar una guerra civil.

Esta tesis desbarata completamente la idea apocalíptica que ha acompañado durante décadas, y que creó cuerpo historiográfico, de las dos Españas destinadas a enfrentarse, del guerracivilismo como una realidad endémica del país y en particular de que hubiese una guerra civil no declarada dentro de la sociedad española en los años treinta”, escribe Sánchez.

5. Los civiles monárquicos jugaron un papel crucial. El golpe del 18 de julio no solo fue obras de militares sino también de civiles, en particular de los monárquicos de Calvo Sotelo, que tuvieron un papel sustancial para que el golpe triunfase, y no meramente de apoyo. “Sin la trama civil interna, en una palabra, los militares golpistas quizá no hubiera tenido existo”, escribe Viñas.

La importancia de los civiles radica en tres aspectos. En primer lugar, sin el apoyo del partido alfonsino, Renovación Española liderado por Calvo Sotelo, los golpistas probablemente nunca hubieran conseguido el apoyo armamentístico de la Italia fascista. En segundo lugar, la trama civil, según argumenta Viñas, fue fundamental para la preparación de la sublevación de Franco en los términos exactos que este había diseñado para Canarias.

En tercer y último lugar, la trama civil fue esencial para crear las condiciones necesarias y suficientes para que pudiera florecer el movimiento insurrecional. La responsabilidad, en este caso, recaía en políticos y grupos de acción directa que debían conseguir “la deshumanización del adversario político”, “la provocación sistemática de la izquierda” y el estímulo y excitación de los propios partidarios”.

6. La defensa de la Iglesia y del catolicismo no existió en el diseño y ejecución del golpe. Entre las motivaciones alegadas por los militares en sus bandos de guerra iniciales de julio de 1936 (incluido el del propio Franco) no se cita ni una sola vez la recurrente “persecución religiosa” ni tampoco hay clérigos entre los conspiradores. “Nadie se creía en julio de 1936 que los militares rebeldes comenzasen semejantes fusilamientos masivos en defensa de la religión”, opina Sánchez.

La propaganda religiosa no empezó hasta septiembre de 1936. No fue hasta bastantes días después cuando la propaganda de los rebeldes utiliza la defensa de la religión para justificar la guerra civil. Otra cosa es la postura de la mayoría de los obispos, que apoyaron el golpe casi de inmediato, ofreciendo un respaldo ideológico formidable motivados, en su mayoría, por la defensa de sus privilegios casi feudales. Los obispos españoles fueron los encargados de bautizar a la guerra como cruzada, pero cabe recordar que ningún papa utilizado el término cruzada para referirse a la guerra civil.

Mucho más que la religión, la justificación invocada por los golpistas era la amenaza de la revolución comunista y la de defensa de la nación española frente a los separatismos. La defensa de la religión no se sitúa en el mismo escalón que la defensa de la patria hasta el 8 de septiembre cuando fue publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Defensa de Burgos.

7. No había ninguna revolución comunista en marcha. Durante 39 años de dictadura franquista, el régimen señaló repetidamente que la sublevación militar fue la respuesta aun inminente levantamiento comunista. El anticomunismo sirvió a Franco para legitimar la insurrección contra el gobierno legítimo, presentándola como una contrarrevolución preventiva.

Basta para desmentir estas teorías conspiratorias la propia declaración del entonces embajador estadounidense, Claude Bowers, que recoge la obra: “A aquellos que fuera de España después tuvieron que escuchar con machacona insistencia la calumnia fascista de que la rebelión era para impedir una revolución comunista, puede sorprenderles saber que durante tres años y medio nuca oí semejante sugestión de nadie, mientras, por el contrario, todos hablaban confidencialmente de un golpe de Estado militar”.

Los motivos que llevaron a la sublevación a los militares fue frenar en seco las reformas progresistas, y democráticas, diseñadas en el primer bienio de la II República. Es decir, la reforma agraria, los estatutos de autonomía y la reforma militar. De hecho, a pesar de la existencia de muchos discursos revolucionarios en la España de los 30, no solo obreros sino también burgueses, ninguna organización republicana u obrera se puso manos a la obra para subvertir el orden constitucional en la primavera de 1936.

8. El golpe de Estado militar sí que prevé un plan de conquista del poder y de la guerra. Las derechas contrarrevolucionarias o antiliberales y ciertos sectores militares sí se pusieron manos a la obra para subvertir el orden constitucional y recabaron con éxito la intervención internacional de la Italia fascista antes del golpe, es decir, hicieron todo aquello de lo que acusaban falsamente a la izquierda republicana y obrera. Prueba de ellos son los contratos anteriormente mencionados; los planes de Mola que hacían referencia a una sublevación “sangrienta” que debía llevar a las tropas desde el extrarradio de la península a Madrid, ya que como predijo el propio militar: el golpe fracasaría en Madrid y Barcelona.

9. En la primavera de 1936 no existía el terror rojo. “No había ninguna dinámica de exterminio ni liquidación de los enemigos de clase que pudiera continuarse después del 18 de julio, es decir, no se asesinaba a las gentes de orden”. Para demostrar esta afirmación y desmontar el mito del terror rojo en la primavera del '36, el coordinador de la obra Francisco Sánchez recurre a los datos. El número de empresarios y propietarios que fueron asesinados en los meses anteriores al 18 de julio es ínfimo y el de religiosos inexistente. “Por lo que sabemos murieron más empresarios entre 1919 y 1923 en toda España que en la primavera de 1936”, asegura Sánchez, quien añade que en 1923 fue asesinado un arzobispo y un cardenal (Soldevila). “Lo que no ocurrió en toda la República”, sentencia.

10. La URSS o la Komintern no planeaban ninguna intervención en España. La Unión Soviética, en contacto directo con el PCE, no tenía prevista una intervención revolucionaria en España. De hecho, en ningún lugar de Europa entre 1918 y 1939 triunfó ninguna revolución obrera ni hubo ninguna “expansión comunista”, pues el comunismo “no pudo o no supo salir de la URSS”.

Las pruebas que en este sentido ofrecieron los conspiradores fueron una serie de documentos cuya autoría se desconoce a “ciencia cierta”, pero que “diversos indicios permiten endosárselas al propio Mola”. Estos documentos venían a señalar el inicio de una revolución soviética en el verano del '36. No obstante, una vez iniciada la guerra, esos documentos que habían sido el hazmerreír de muchos cuando se hicieron públicos, se transformaron en una de las principales herramientas propagandísticas del bando franquista. “Y sorprendentemente, todavía hoy continúan siendo esgrimidos por algunos para justificar la rebelión militar”, sentencia Sánchez.

lunes, 25 de marzo de 2013

25 DE MARZO, DÍA HISTÓRICO

Hoy es 25 de Marzo.


25 de marzo 1936, un día histórico para Extremadura, silenciado en el olvido. El episodio más singular de la reforma agraria republicana: varios miles de yunteros hicieron realidad los decretos de 3 de marzo ocupando cerca de 1.500 fincas; a fines de ese mes ascendían a unos 41.500 yunteros y la superficie afectada era algo más de 100.000 has. El Instituto de la Reforma Agraria legalizó las ocupaciones y corrigió los defectos técnicos de la ocupación. El fotógrafo americano David Seymour, dio cuenta de este episodio de movilización campesina. A pesar de todo, como escribió Francisco Espinosa, en "La primavera del frente popular", también los fracasos del pasado forman parte de nuestro presente. 

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Un terremoto de proporciones desconocidas por estas latitudes sacudió Extremadura el día 25 de marzo de 1936. Durante la madrugada de ese día, bajo un aguacero, y al grito de '¡viva la República!', decenas de miles de campesinos sin tierra (próximos a los 80.000 según las fuentes más fidedignas) invadieron, de forma pacífica y sin que se produjera incidente alguno con propietarios o fuerzas del orden, en un tono festivo, más de tres mil fincas que sumaban casi 250.000 hectáreas en prácticamente todos los términos municipales de la región, en lo que, sin lugar a dudas, constituye la mayor movilización popular de nuestra historia.

Este hito sin precedentes fue organizado y alentado por los dirigentes de los consejos provinciales del Secretariado de la Federación Española de Trabajadores de la Tierra (FETT), adscrita a la UGT, entre los que destacaron, entre otros, Nicolás de Pablo, José Sosa o Antonio Pulgarín, y fue puesto en práctica por los centros obreros de cada localidad en unos momentos de gran efervescencia política y social, un mes después de que el Frente Popular obtuviera el triunfo en las elecciones y se abrieran nuevas perspectivas y expectativas entre las capas populares y las clases sociales más desfavorecidas, que no estaban dispuestas a permitir, de nuevo, que sus anhelos y sueños se vieran truncados por la lentitud en la puesta en práctica de las reformas.

Así pues, las masivas ocupaciones de fincas significaron que el movimiento campesino extremeño, cansado de esperar más agilidad en la aplicación de la Ley de Reforma Agraria, se vio obligado a consolidar por la vía de los hechos consumados lo que por otras fórmulas legalistas no se podía conseguir: mitigar la dureza imperante en las relaciones sociales de nuestro campo y hacer frente de forma taxativa a los continuos incumplimientos de la legislación laboral por una gran parte de los terratenientes que, empeñados en boicotear las medidas reformistas que el régimen republicano iba aprobando, no dudaron en sabotearlo desde sus inicios con actitudes desafiantes y frases tan lapidarias como la conocida '¡comed República!', que empleaban para dirigirse a los campesinos desesperados que les demandaban trabajo en las plazas de nuestros pueblos.

Las pacíficas ocupaciones de fincas de marzo del 36 tuvieron su contrapunto, meses más tarde, cuando el paso de la denominada columna de la muerte sembró de terror y desolación nuestra tierra. Como ha sido puesto de manifiesto recientemente (Francisco Espinosa, 'La primavera del Frente Popular') existió una relación causa-efecto entre la participación activa en estas ocupaciones primaverales y la posterior represión del verano. Miles de esos campesinos desheredados que tuvieron la osadía de cuestionar el sistema de propiedad y las relaciones sociales vigentes y que se rebelaron contra las injusticias seculares, hubieron de pagar un alto precio por ello. Muchos lo hicieron con su vida, otros con el exilio. En consecuencia, no podemos olvidar que la Guerra Civil había estallado para que la clase poseedora de España, propietaria de la tierra, de las fábricas y de los bancos, pudiese conservar sus posesiones», como dijo H. R. Southworth en 'La destrucción de Guernica'.

Ni antes de esa fecha, ni después de ella, en Extremadura se ha asistido a algo similar. Por ello, por nuestros antepasados que lo hicieron posible y por el legado que transmitiremos a nuestros descendientes, por la memoria de todos, no podemos dejar ese hito histórico en el olvido.

Isidoro Bohoyo Velázquez, Lcdo. en Historia. Socio y miembro de la ARMHEX (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura).



martes, 19 de marzo de 2013

ACTO CÍVICO DE HOMENAJE A LOS DESAPARECIDOS Y REPRESALIDOS POR EL FRANQUISMO. INHUMACIÓN RESTOS DE LA FOSA "EL VALLE". ARROYO DE SAN SERVÁN


ACTO CÍVICO DE MEMORIA y HOMENAJE A LOS DESAPARECIDOS Y DEMÁS REPRESALIADOS POR EL FRANQUISMO

Arroyo de San Serván, 24 de Marzo de 2013



Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia.”.

Juan Gelman. Poeta.. Premio Cervantes.

Un día, tú ya libre
De la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto.

(Luis Cernuda. Fragmento poema de La Realidad y el Deseo)



EL ACTO CÍVICO CONSTARÁ DE DOS PARTES:


PRIMERA PARTE 

A las 11 horas. CASA DE CULTURA de ARROYO DE SAN SERVÁN. 

Acto cívico de Memoria, donde intervendrán: 

Preludio: Himno de Riego, a cargo de la violonchelista, Dª Carmen Benito de Tena. 

1. El Presidente de la ARMHEX, dará la bienvenida y presentará el acto. 

2. Proyección del Video “Desaparecidos pero no olvidados”, sobre los trabajos de recuperación de los restos en la fosa del paraje de “EL Valle”. 

3. El vocal de la directiva e historiador, D. ÁNGEL OLMEDO ALONSO, y la arqueóloga Dª SILVIA HERRERO impartirá una breve charla sobre los trabajos desarrollados en la Fosa y la represión en Arroyo de San Serván. 

4. Interpretación de la violonchelista Carmen Benito de Tena. 

5. Espacio para la intervención de familiares.

6. Clausurará el Acto, el Ilmo. Sr. Alcalde del Ayuntamiento de Arroyo de Serván 

7. Actuación de la cantautora andaluza Lucía Socam, en memoria de los desaparecidos. (Miembro de la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica “19 Mujeres” de Guillena). 







SEGUNDA PARTE 


A las 12:30 horas en el CEMENTERIO: 


La violonchelista Carmen Benito de Tena interpretará tres unas musicales en directo, en memoria de los desaparecidos y represaliados. 

Unos familiares leerán unos poemas, se guardará un minuto de silencio. 

Por último, se procederá a la inhumación de los restos de las personas recuperadas en la Fosa del paraje EL VALLE, el pasado verano de 2012, en el proyecto promovido por la ARMHEX y subvencionado por el Ministerio de la Presidencia, así como se llevará a cabo una ofrenda floral.



Se procederá a la instalación e inauguración de lápida memorial conmemorativa. 



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Con este sencillo pero emotivo acto, se trata de devolver a la memoria colectiva a todos aquellos hombres y mujeres que fueron asesinados por soñar y defender un mundo más justo y que merecen un reconocimiento público de nuestra sociedad democrática, puesto que con sus vidas, aquellos desaparecidos, escribieron las primeras letras de nuestras libertades actuales.

Con ello la dignidad de todos ellos, nunca se borrará de la historia, objetivo, que sólo puede conseguirse con una enérgica defensa de la necesidad de fundamentar la convivencia democrática en la memoria, la verdad, la justicia y la reparación, no en el silencio o en el olvido de ese pasado.

Al mismo tiempo, queremos que sirva el acto como homenaje y reconocimiento social a quienes sufrieron este castigo por enfrentarse al fascismo, por permanecer fieles a la legalidad democrática de la II República y defender unos modelos sociales más libres y justos.

Queremos recordar que estas personas fueron detenidas ilegalmente, trasladadas por la fuerza, y “desaparecidas”, por lo que es una cuestión de Justicia y de respeto a los derechos humanos que sus restos descansen en un lugar digno y no en el que eligieron sus verdugos. No debemos sólo enterrar a los muertos dignamente, sino recuperar su memoria. Su dignidad y su tragedia deben formar parte de nuestra memoria. Es una exigencia de Justicia y de reparación de las víctimas que no admite demora en pleno siglo XXI, en un estado democrático y derecho.




ORGANIZA:

ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE EXTREMADURA (ARMHEX)


COLABORAN:

AYUNTAMIENTO DE ARROYO DE SAN SERVÁN (Badajoz).

MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO DE ESPAÑA.


Hay un tipo de silencio que habla, que trona, que denuncia. Y existe en las muchas fosas que todavía hoy aguardan su apertura”.








Por la verdad, la justicia y la reparación.

Arroyo de San Serván, marzo 2013

Carmen Benito de Tena

Lucía Sócam