viernes, 12 de abril de 2013

Hoy más que nunca, hay que retomar la mejor tradición de los ideales republicanos




NOTA DE PRENSA
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura


Un año más, la ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE EXTREMADURA (ARMHEX), al aproximarse el 14 de abril, quiere reivindicar “la memoria de nuestra II República y de su Constitución, como parte de nuestro patrimonio democrático”. Hoy más que nunca, hay que retomar la mejor tradición de los ideales republicanos.



En este 82º aniversario de la proclamación de la república, la ARMHEX quiere que el 14 de abril, sirva también como día de homenaje y reconocimiento social a quienes sufrieron represión por enfrentarse al fascismo, defendiendo la II República y unos modelos sociales más libres y justos.

Ha de reivindicarse la II República, sin eufemismos, ni complejos, para no sacar de contexto a aquellos represaliados de aquel tiempo, del régimen político en que desarrollaron sus vidas. La reparación de la dignidad y la restitución de la memoria democrática, nunca serán completas, mientras no se restituya, por parte de la sociedad actual y por el Estado español, la memoria de la II República y quienes le dieron vida.

España fue una República parlamentaria y constitucional. “Una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y justicia”, como proclamaba el artículo primero de su Constitución, aprobada el 9 de diciembre de 1931, hace ahora, poco más de 81 años.

Ahora que el pasado año, tanto se ha hablado de la Constitución de 1812, poco se recuerda en cambio a esta Constitución republicana de 1931, que acaba de cumplir 81 años de su promulgación. La Constitución de 1931, la primera en nuestra historia auténticamente democrática, no debemos olvidarlo; afrontó algunos de los sustanciales problemas de nuestro país: medidas profundas sobre la distribución de la propiedad de la tierra (problema que nos tocaba muy de cerca), mejoras de los salarios de las clases trabajadoras, la protección laboral y la educación pública, la autonomía de los pueblos que componen el estado español, la separación de la Iglesia y del Estado, se eliminó la financiación estatal del clero, introdujo el matrimonio civil, el divorcio, y su artículo 36, reconoció el derecho al voto a las mujeres, algo que sólo estaban haciendo en aquel tiempo, los parlamentos democráticos de las naciones más avanzadas, y por ejemplo 15 años antes, de ser reconocido en Francia.

Pero como sabemos, los grupos oligárquicos, nunca toleraron lo mucho que la II República tenía de democracia social y de soberanía popular.

Nada hizo la transición a la democracia por recuperar el lado más positivo del II República, el de sus leyes, sus reformas, sus sueños y esperanzas.

Pero en estos últimos años ha salido a la luz la memoria de los vencidos, de las víctimas del franquismo, gracias en gran parte a la sociedad civil, al movimiento memorialista al que pertenece nuestra asociación, que a fuerza de constancia, ha logrado poner en la agenda política, el problema del olvido y de la memoria.

No obstante, aún hoy, casi nadie desde los poderes de la democracia actual, se atreve a defender claramente a la II República. Casi nadie recuerda a sus dirigentes: alcaldes, concejales, ministros, quienes presidieron sus instituciones, hicieron sus leyes, etc…, muertos unos por la brutal represión y otros olvidados en el exilio. Es el momento de cambiar eso.

La ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE EXTREMADURA (ARMHEX), en este año del 81º aniversario de la proclamación de la república, quiere recordar las palabras pronunciadas en la noche del 23 de julio de 1936, una vez producido ya el golpe de estado contra la República española, por el Presidente Manuel Azaña, cuando se dirigió por radio desde el Palacio Nacional al pueblo:

Podéis estar seguros todos los que lucháis por la República de que vuestro esfuerzo no será baldío y que de vuestro sacrificio y que de vuestro heroísmo saldrán la República y España más fuertes e indisolublemente unidas con sus libertades”.

El proceso de memoria democrática y republicana, sólo puede conseguirse con una enérgica defensa de la necesidad de fundamentar la convivencia democrática en la memoria, la verdad y la justicia; no en el silencio o en el olvido de ese pasado.


Badajoz 14 de abril de 2013.







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