viernes, 12 de febrero de 2016

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, insta al Ayuntamiento de Badajoz, a dedicar una Calle al GENERAL HUMBERTO DELGADO y a su valiente compañera, ARAJARYR CAMPOS



La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, insta al Ayuntamiento de Badajoz, a dedicar una Calle al GENERAL HUMBERTO DELGADO, y así mismo a su valiente compañera, ARAJARYR CAMPOS, asesinados ambos, en el término municipal de Badajoz, el 13 de Enero de 1965, hace precisamente ahora 51 años, y justo cuando se cumple el 110º aniversario del nacimiento del general portugués.

Humberto Delgado y Arajaryr Campos

Los Almerines. Badajoz.


Malos pasos, Villanueva del Fresno (Badajoz)
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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, ha solicitado en legal forma por escrito, la apertura del preceptivo expediente, a los afectos de que previos los trámites preceptivos y previos en la Comisión de Cultura, se lleve en definitiva al Pleno de esta Corporación una moción para que sea dedicada en el callejero de nuestra ciudad a:

Una Avenida, Plaza o Calle al GENERAL HUMBERTO DELGADO, General de la Fuerza aérea portuguésa, y “Marechal da Força Aérea”, a título póstumo. Humberto Delgado es hoy un icono de la libertad y de la lucha por la democracia en Portugal, que hoy descansa en el Panteón Nacional de Portugal, junto a los hombres ilustres de su país.

Y así mismo hemos solicitado que esa vía pública pueda llevar igualmente el nombre de su compañera, ARAJARYR CAMPOS, la valiente compañera de vida y militancia del general que con él fue asesinada.

Asesinados ambos por elementos de la policía política de la dictadura salazarista, al borde de un camino vecinal junto a la finca “Los Almerines, en el término municipal de Badajoz, el día 13 de febrero de 1965.

Antecedentes.-

Hace ahora 51 años, unos hechos ocurridos en Badajoz y sus alrededores, dieron la vuelta al mundo, reseñados en gran parte de la prensa internacional. El 24 de abril de 1965, dos muchachos de trece y quince años respectivamente, José Feijó y José Felipe Cayero, descubrían, en un camino solitario, al sitio conocido como camino del Sesmo o de “Malos pasos”, a unos seis kilómetros al sur de Villanueva del Fresno (Badajoz), cerca de la frontera portuguesa, los cadáveres, en adelantado estado de descomposición, de un hombre y una mujer. A pesar de ser los dos menores los que descubrieron los cuerpos, en la Diligencias judiciales, consta el padre de uno de ellos, José Porras Méndez, como el que acude a las 19 horas del día 24 de abril de 1965, al entonces existente Puesto de Los llanos de la Guardia Civil de la localidad, a dar cuenta del hecho, probablemente, para evitar a los menores, ulteriores y engorrosos trámites judiciales.

Apenas dos semanas después, el 8 de mayo de 1965, el Magistrado juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Badajoz, José María Crespo Márquez, encargado de la instrucción de las diligencias, identificaba oficialmente los dos cadáveres: uno el del ciudadano portugués, general Humberto Delgado y el otro el de su compañera, la ciudadana brasileña Arajaryr Campos. Era el desenlace de un primer misterio -el de la desaparición del General Humberto Delgado opositor a la dictadura portuguesa y su compañera, desde mediados de febrero del mismo año en el Hotel Simancas de Badajoz- y el inicio del proceso más largo y complicado de búsqueda de la verdad en relación con sus asesinatos.

El Magistrado, José María Crespo Márquez consiguió en poco tiempo, reunir pruebas suficientes para imputar ambos delitos a agentes de la policía política del régimen dictatorial de Oliveira Salazar, con los medios que tuvo a su alcance, situarlos en el lugar de los hechos, y definir, a través de la autopsia y demás pruebas forense, la causa principal de la muerte del general y de su pareja Arajaryr.

Así mismo consiguió localizar el lugar exacto del crimen, en un camino vecinal, junto a la finca “Los Almerines", en el término municipal de Badajoz, si bien, ya en la proximidades de Olivenza. Desde este lugar, como es sabido, serían trasladados los cadáveres hasta el paraje conoció como Malos Pasos en Villanueva del Fresno, donde sus asesinos aprovecharon dos oquedades naturales abiertas en el terreno, para la ocultación de su crimen.

A pesar de las dificultades y obstaculos de todo tipo, el Juez instructor, estableció también la importancia del papel en la decisión del General Humberto Delgado, de viajar a Badajoz, el día 13 de febrero de 1965; de otros dos personajes, en esta historia, como fueron Mario de Carvalho (ciudadano portugués residente y presuntamente exiliado en Roma, en realidad infiltrado a sueldo de la PIDE) y el ciudadano italiano Ernesto Bisogno, también relacionado con los servicios secretos de la dictadura portuguesa y la ultraderecha italiana; de los que el instructor llegó incluso a solicitar la extradición a la autoridad judicial italiana sin éxito, quedando poco después el sumario bloqueado. Esta complicada y largamente trabada operación de eliminación del General, puesta en marcha por la P.I.D.E., recibió el nombre en clave de “Operaçao Outono”. Obviamente esta operación ejecutada por elementos de la P.I.D.E., no pudo ser llevada a cabo, sin las órdenes oportunas procedentes del más alto nivel de propia policía política portuguesa, del Ministerio del Interior y del propio dictador. Años después, los tribunales militares portugueses que juzgaron el caso, después del 25 de abril, en un largo proceso entre 1978 y 1981, no llegaron a hacer efectiva justicia, ni consiguieron el total esclarecimiento de los hechos, ni la condena efectiva de todos los autores materiales e intelectuales del doble asesinato, pues ni siquiera fueron tenidas en cuenta las conclusiones de las autopsias practicadas durante el sumario instruido en España.


En definitiva, los nombres de Humberto Delgado y Arajaryr Campos, estarán para siempre unidos con Badajoz y Extremadura, pues fue en nuestras tierras donde se consumó este vil crimen político de la dictadura salazarista. Hoy en día, un monumento erigido en el lugar exacto de la ocultación de sus cadáveres, en Villanueva del Fresno, así lo atestigua, como compromiso permanente de desterrar el olvido, y de transmitir también a las futuras generaciones lo que sucedió, convirtiéndose ya en memoria de nuestras dos sociedades ibéricas.

No queremos finalizar estas breves líneas, no sin antes, en defensa de la memoria democrática de los pueblos ibéricos, rendir homenaje a Humberto Delgado, como verdadero precursor del 25 de Abril de 1974 y de la liberación de Portugal de la dictadura.

Y por otro lado, y de la misma manera, recordar a Arajaryr Campos, la valiente compañera de vida y militancia del general que con él fue asesinada, no pocas veces injustamente olvidada en esta triste página de la Historia de los países ibéricos.

Para el recuerdo y memoria de ambos, Badajoz, que ha tenido y tiene especiales relaciones con el país vecino, consideramos que como homenaje se debería dedicar una calle al General y a su compañera.

Apelamos por ello, a la sensibilidad histórica y a la memoria de nuestra ciudad, para que como símbolo de hermanamiento con el pueblo luso, sea dedicada una Avenida, Plaza o Calle al General Humberto Delgado y a Arajaryr Campos, ahora que en este año, se cumplen los 51 años de su asesinato y el 110º aniversario de la fecha de nacimiento del General.


Precisamente, en esta semana el Consejo de Ministros del Gobierno de Portugal, ha aprobado la atribución del nombre de Humberto Delgado al Aeropuerto de Lisboa, homenajeando e internacionalizando al héroe portugués de la Libertad.

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