NOTA DE PRENSA
Asociación
para la Recuperación de la
Memoria Histórica de
Extremadura
Un
año más, la ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA
HISTÓRICA DE EXTREMADURA (ARMHEX), al aproximarse el 14 de abril,
quiere reivindicar “la memoria de nuestra II República y de su
Constitución, como parte de nuestro patrimonio democrático”. Hoy
más que nunca, hay que retomar la mejor tradición de los ideales
republicanos.
En
este 82º aniversario de la proclamación de la república, la ARMHEX
quiere que el 14 de abril, sirva también como día de homenaje y
reconocimiento social a quienes sufrieron represión por enfrentarse
al fascismo, defendiendo la II República y unos modelos sociales más
libres y justos.
Ha
de reivindicarse la II República, sin eufemismos, ni complejos, para
no sacar de contexto a aquellos represaliados de aquel tiempo, del
régimen político en que desarrollaron sus vidas. La reparación de
la dignidad y la restitución de la memoria democrática, nunca serán
completas, mientras no se restituya, por parte de la sociedad actual
y por el Estado español, la memoria de la II República y quienes le
dieron vida.
España
fue una República parlamentaria y constitucional. “Una
República democrática de trabajadores de toda clase, que se
organiza en régimen de libertad y justicia”, como proclamaba
el artículo primero de su Constitución, aprobada el 9 de diciembre
de 1931, hace ahora, poco más de 81 años.
Ahora
que el pasado año, tanto se ha hablado de la Constitución de 1812,
poco se recuerda en cambio a esta Constitución republicana de 1931,
que acaba de cumplir 81 años de su promulgación. La Constitución
de 1931, la primera en nuestra historia auténticamente democrática,
no debemos olvidarlo; afrontó algunos de los sustanciales problemas
de nuestro país: medidas profundas sobre la distribución de la
propiedad de la tierra (problema que nos tocaba muy de cerca),
mejoras de los salarios de las clases trabajadoras, la protección
laboral y la educación pública, la autonomía de los pueblos que
componen el estado español, la separación de la Iglesia y del
Estado, se eliminó la financiación estatal del clero, introdujo el
matrimonio civil, el divorcio, y su artículo 36, reconoció el
derecho al voto a las mujeres, algo que sólo estaban haciendo en
aquel tiempo, los parlamentos democráticos de las naciones más
avanzadas, y por ejemplo 15 años antes, de ser reconocido en
Francia.
Pero
como sabemos, los grupos oligárquicos, nunca toleraron lo mucho que
la II República tenía de democracia social y de soberanía popular.
Nada
hizo la transición a la democracia por recuperar el lado más
positivo del II República, el de sus leyes, sus reformas, sus sueños
y esperanzas.
Pero
en estos últimos años ha salido a la luz la memoria de los
vencidos, de las víctimas del franquismo, gracias en gran parte a la
sociedad civil, al movimiento memorialista al que pertenece nuestra
asociación, que a fuerza de constancia, ha logrado poner en la
agenda política, el problema del olvido y de la memoria.
No
obstante, aún hoy, casi nadie desde los poderes de la democracia
actual, se atreve a defender claramente a la II República. Casi
nadie recuerda a sus dirigentes: alcaldes, concejales, ministros,
quienes presidieron sus instituciones, hicieron sus leyes, etc…,
muertos unos por la brutal represión y otros olvidados en el exilio.
Es el momento de cambiar eso.
La
ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE
EXTREMADURA (ARMHEX), en este año del 81º aniversario de la
proclamación de la república, quiere recordar las palabras
pronunciadas en la noche del 23 de julio de 1936, una vez producido
ya el golpe de estado contra la República española, por el
Presidente Manuel Azaña, cuando se dirigió por radio desde el
Palacio Nacional al pueblo:
“Podéis
estar seguros todos los que lucháis por la República de que vuestro
esfuerzo no será baldío y que de vuestro sacrificio y que de
vuestro heroísmo saldrán la República y España más fuertes e
indisolublemente unidas con sus libertades”.
El
proceso de memoria democrática y republicana, sólo puede
conseguirse con una enérgica defensa de la necesidad de fundamentar
la convivencia democrática en la memoria, la verdad y la justicia;
no en el silencio o en el olvido de ese pasado.
Badajoz
14 de abril de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario